Desde hace tiempo, la Xunta de Galicia tenía un reto con el Camino de Santiago. Si bien los datos son más que positivos, en términos globales, lo cierto es que El Camino de Santiago, al igual que sucede en otros sectores turísticos, tiene un gran problema: la estacionalidad.

Fotografía: Hans-Jakob Weinz

Para paliar, en la medida de lo posible, la estacionalidad, el gobierno gallego ha aprobado la realización de diversas rutas gastronómicas en el Camino Francés.

Estas rutas servirán como una oferta turística más que añadir a los encantos del Camino de Santiago y que se realizarán entre los meses de octubre y enero, el período de tiempo en el que menos peregrinos se animan a hacer este recorrido.

Las rutas gastronómicas surgen de la colaboración entre la Xunta y la Mancomunidad de los Ayuntamientos Gallegos del Camino Francés. Dicha colaboración será vigente hasta el año 2020, para el cual contará con cerca de 300.000 euros de inversión por parte del Gobierno autonómico.

Además de las rutas gastronómicas, se realizará la promoción de productos artesanales de las zonas del Camino Francés como el queso de O Cebreiros, el pan artesano, el bizcocho de Manxarín o la carne de cerdo.