El reciente puente festivo en Castilla-La Mancha ha resultado ser extraordinariamente positivo para el turismo de la región, tal como lo ha destacado la consejera Patricia Franco.
Superando las expectativas iniciales, la ocupación hotelera y en establecimientos de turismo rural alcanzó cifras impresionantes, sobrepasando el 70%. Ciudades como Toledo y Cuenca han visto una ocupación cercana al completo, evidenciando el atractivo de la región. La sierra de Albacete y la Sierra Norte de Guadalajara también reportaron cifras significativas en el turismo rural.
Este éxito anticipa un año 2023 prometedor para el sector turístico en Castilla-La Mancha, con expectativas de continuar esta tendencia positiva en 2024.