El reto asumido por el pastelero oscense Raúl Bernal fue condensar en un vasito lo que representa el Tozal de Guara, incluyendo este y muchos otros postres en una colección inspirada por los paisajes de su tierra. Con motivo de la celebración del congreso “Hecho en Pirineos”, recupera la receta que desarrolló pensando en ese pico. Su idea fue grabar un vídeo en el que sube a lo alto del pico y degusta su dulce, y a través de él dio a conocer el postre.

Fotografía de Carlos M. M.

Su vasito se compone de plátano, chocolate, avellana y romero. Según comenta, los tres primeros como aperitivos habituales de las excursiones, y el romero para identificar el campo. En el vídeo se ve como realiza tres paradas durante el recorrido, cogiendo fuerza con estos tres alimentos, hasta llegar a la cima, donde ya muestra su producto completo, adornado con galleta, raíces de chocolate y brotes de soja.

Lo que quiere conseguir Bernal es contar historias a través de los sabores. En este caso nos muestra un cremoso de avellana, plátano caramelizado, gelatina de romero y su inseparable chocolate. Según comenta, son sabores que no acostumbramos a mezclar, pero comprobamos que combinan a la perfección.

Raúl participó en una de las mesas redondas del pasado congreso “Hecho en los Pirineos”, exponiendo una de sus constantes en su trayectoria, la obtención de denominación de origen altoaragonesa. Sus creaciones como el turrón de los Danzantes, o la colección de vasitos (llamados “Guara”, “Monegros” o “Lorien”, entre otros) se convirtieron en el mejor ejemplo para ello.

También considera que el congreso celebrado hasta el pasado martes en la capital oscense es un buen punto de partida para que la cita siga creciendo en su siguiente entrega, la cual se celebra cada dos años. Quiere que se potencien los puntos fuertes y se pulan los puntos débiles de esta primera entrega.

Para la futura entrega, Bernal espera poder contar con un mostrador propio en el que dar a conocer sus creaciones a los ciudadanos de Huesca, ya que está finalizando un proyecto con zona de degustación y posible formación. Sus planes fijan ponerlo en marcha a final de año, listo para la temporada de turrones, que afirma que es la que más le motiva. Mientras tanto sigue con su faceta de maestro chocolatero, impartiendo cursos que tienen fechas cerradas hasta el próximo año.