Es una realidad que los pueblos de España se mueren, toda una auténtica tragedia. Si desaparecieran perderíamos nuestra historia, nuestros paisajes y nuestras raíces. Según el último informe de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), más de 4000 pueblos españoles están en peligro de extinción. Estos números suponen la mitad de los totales existentes. Todos con un censo por debajo de los 500 vecinos, número insuficiente para adaptarse a los nuevos tiempos.

Foto de Rebeca Castro H.

Por ello hay cada vez menos gente dispuesta a vivir en ellos, quedándose poco a poco vacíos. Las causas son el paro, la nula natalidad y el envejecimiento, factores que aumentan la brecha social entre entorno rural y urbano.

Algunos pueblos se han puesto a trabajar para contrarrestar esta situación, mientras esperan medidas estatales que frenen el desierto demográfico.

Uno de ellos es Acebo, pueblo de la sierra cacereña de Gata, con 590 habitantes censados, y que ha emprendido su propia campaña preventiva. Consiste en ofrecer gratuitamente tierras, asesoramiento y facilidades para que nuevas familias puedan instalarse y dedicarse a la agricultura o la ganadería.

Acebo ha desarrollado su propio programa de recuperación rural, iniciando políticas municipales. El programa se llama “Acebo, un lugar para vivir y trabajar”, e incluye las medidas anteriormente mencionadas. El coordinador del proyecto, Dionisio Romero, cree que esta iniciativa puede despertar otras similares en otros pueblos, avisando así a la administración.

El pueblo todavía está vivo, y posee gran belleza y patrimonio cultural, ofreciendo grandes posibilidades en el campo del desarrollo sostenible. Posee 54 kilómetros cuadrados de extensión, localizados en el norte de Extremadura, entre Portugal y Salamanca.

No obstante, Romero reconoce que esto no evita que, al igual que todos los pueblos, lleve años inmerso en una sangría demográfica que afecta a todo el país.

El pueblo no se encuentra todavía en un escenario agónico, pero querían adelantarse al futuro y poner en marcha el proyecto para evitarlo.

Acebo también busca con este programa la cohesión social, implicando a los vecinos en labores de recuperación de montes.

El Ayuntamiento de la localidad se compromete a analizar todos las propuestas de su oferta de tierras gratis para trabajar en labores agroganaderas, además de ayudarles y aconsejarles a lo largo de todo el proceso de asentamiento.

También se facilitará a los nuevos pobladores asesoramiento para acceder a las ayudas de emprendimiento agrario, activas por la Junta de Extremadura o la Unión Europea a través de su Política Agrícola Común (PAC). La idea es ofrecer de forma combinada las dos iniciativas para hacer todavía más atractivo el cambio de residencia a la localidad.