Los empresarios que ejercen su actividad en la playa del Roque de las Bodegas, situada en el litoral de Anaga, reclaman de forma urgente la necesidad de más dotaciones públicas en esta zona de Santa Cruz, ya que a su juicio, se ha puesto en evidencia estos últimos días.

Fotografía de Isaac Leonardo Alfonzo Carrero

Los dueños de los negocios aseguran que la Semana Santa ha vuelto ha poner en evidencia el descontrol, caos generalizado y falta de dotaciones públicas del segundo lugar más visitado de Tenerife a tan sólo menos de tres meses del verano. Estos están decididos a plantarse frente al abandono del Cabildo y del Ayuntamiento de Santa Cruz ante tan importante lugar.

Los empresarios afirman que están cansados de servir de soporte a la imagen turística de la isla sin que se compense a la población local por los impactos que la actividad genera, así como los rangos que los visitantes merecen visitar: Parque Rural y Reserva de la Biosfera.

Los propietarios de los negocios critican la saturación puntual en fechas estivales de estos espacios protegidos, no compensada por parte de las administraciones públicas, y encontrando visitantes desatendidos, espacios poco dotados y falta de control y gestión de los usos públicos del parque rural de Anaga, siendo algunos de ellos ilegales y tolerados por parte del Cabildo y del Consistorio.

También denuncian la promoción de actividades prohibidas, como el ciclismo de montaña, que anuncia Turismo de Tenerife a través de audiovisuales en las ferias internacionales, cuando la realidad es que si un vecino de la isla altera el terreno, tiene Medio Ambiente encima.

Por eso remarcan que la normativa sea de obligado cumplimiento para todos, sin que se reprima a la población local con normas urbanísticas y medioambientales que han impedido el desarrollo económico de la zona.

Durante este verano los empresarios se dedicaran a observar y esperar una reacción por parte de las administraciones. En caso de que persista el deje de sus funciones, tomarán iniciativas, entre ellas, visitar el Comité MaB de la Unesco, para solicitar la nulidad de su declaración como Reserva de la Biosfera, o incluso recurrir a los tribunales para impugnar la Ley de Espacios Naturales y obtener así su derogación.