Al norte de la provincia de Cáceres, entre Las Hurdes, inmortalizadas por Buñuel,  y el Valle del Jerte, declarado bien de interés cultural hace ya más de 40 años se encuentra una pequeña y no muy conocida comarca que toma el nombre de su principal localidad.

Las Tierras de Granadilla se sitúan en plena Vía de la Plata, antigua calzada romana que unía Astorga y Mérida, dos importantes ciudades comerciales de la Hispania Romana.

Su capital, Granadilla, ha sido testigo y confidente de todas las culturas que han pasado por la península ibérica. Centro de poder durante la edad media, entre sus muros se tejieron numerosas intrigas novelescas  que hacen de este pueblo un importante enclave histórico, como así atestiguan sus monumentos.

Menos grandilocuente ha sido su Historia contemporánea. Ya en el siglo XX, como tantos otros, Granadilla se interpuso en el “camino” de un embalse que obligó a sus vecinos a desalojar la localidad.

Por suerte las aguas no llegaron a sumergir el conjunto arquitectónico pero sus vecinos todavía no han regresado a sus calles y el pueblo luce abandonado excepto por sus monumentos más relevantes, construcciones de otro tiempo que resisten impertérritas y espléndidas el paso de los siglos.

Digno de un set de rodaje del Hollywood más clásico, Charlton Heston bien pudo haber devuelto a la vida a su Cid Campeador en esta villa tan singular forjada por la Historia… deberían tenerlo muy en cuenta para proyectos futuros…