El hecho de que este año se haya celebrado la Semana Santa en abril y no en marzo, como el año pasado, ha pasado factura a los alojamientos rurales de Castilla Y León durante el pasado mes de marzo, tal y como reflejan los datos de la Encuesta de Ocupación de Alojamientos Rurales, emitido por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Durante este mes, un total de 62.200 viajeros eligieron pasar, al menos una noche, en un alojamiento rural, consolidándose como la comunidad autónoma líder en este apartado. Sin embargo, si se compara con los datos de marzo del 2018, cuando se registraron más de 67.600, con un descenso interanual del 8%.

En cuanto a las pernoctaciones, el descenso ha sido más severo. Si en marzo de 2018 se registraron 154.000, en marzo del presente año se han registrado 119.000. O lo que es lo mismo, un 23% menos.

La tasa de ocupación media también ha descendido, aunque tampoco de forma muy abrupta. De un 16,2% de ocupación en marzo de 2018, se ha pasado a un 12,6%.