La Casa de los Aromas es un mirador de Romangordo, un pequeño pueblo de poco más de 200 habitantes, que quiere convertirse en referente del turismo rural debido a las actuaciones de su Ayuntamiento en cuanto a dotación de servicios y a la creación de nuevos alicientes para los visitantes.

Fotografía de la Casa de los Aromas de Romangordo

Desde este mirador podemos apreciar unas hermosas vistas de la Sierra de Miravete, coronada por el pico del mismo nombre, justo en el medio de una sucesión de lomas y pequeños valles, que atraviesa la autovía de Extremadura.

Otro de los atractivos del mirador es su jardín, y es que el olfato se despierta ante los olores desprendidos por las plantas presentes, como caléndula, lavanda, melisa o hinojo, entre otras muchas. Todas las variadas y abundantes plantas que aquí podemos encontrar pertenecen a la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, y el Ayuntamiento ha celebrado durante este fin de semana la I Muestra Aromas de Monfragüe, con el objetivo de dar a conocer la riqueza natural, y aumentar el valor de las plantas aromáticas y medicinales como alternativas.

Rosario Cordero, alcaldesa de Romangordo, manifestó estas opiniones en la introducción de una charla-coloquio la mañana del sábado, en la que presentaron dos ejemplos de producción y comercialización de plantas y productos derivados de las aromáticas y medicinales, El Jarpil, de Almería, y Alcarria Flora, de Guadalajara.

Estas y otras opciones demuestran que las plantas son una opción real de actividad económica, la cual puede contribuir a evitar la despoblación. La Casa de los Aromas acoge visitas a lo largo del año, sobre todo de grupos de escolares, donde pueden elaborar saquitos aromáticos y velas de cera de abeja purificante. Además también realiza otros talleres, por ejemplo de cosmética natural o jardinería familiar.

Para la cita, dos hileras de expositores reunían los productos de la muestra. Estos procedían de diferentes lugares de Extremadura, como por ejemplo la Sierra de Gata, Coria, Talayuela, Malpartida de Plasencia, Serrejón o el propio Romangordo, teniendo también muestras de Madrid o Portugal.

Comentaron que la asistencia a este evento quizá no haya sido la esperada, pero supone un buen punto de inicio para insistir en años venideros.